4. POLÍTICAS SOCIALES Y TRABAJO SOCIAL

IDENTIFICACIÓN DE LA PROBLEMÁTICA Y MARCO TEÓRICO

El problema principal que nos acontece es el aumento de los casos de ciberbullying en adolescentes en los últimos años ya que también se ha producido un aumento del uso de las nuevas tecnologías por lo que se trata indudablemente de un problema emergente. También nos preocupan sus posibles consecuencias, como el suicidio o el bajo rendimiento escolar que se suele dar en las víctimas además de problemas de autoestima, depresión, aislamiento...Nuestra población objetivo, a la que dirigimos nuestras soluciones, se diferencia en dos partes: por una parte los menores y por otra los padres de estos ya que pretendemos enseñarle como detectar si su hijo está sufriendo ciberbullying.

Los últimos datos del Observatorio Vasco de la Juventud sobre la extensión de las redes sociales en la juventud indican que su uso es generalizado. El 91% de los chicos y el 93% de las chicas de 15 a 19 años tienen algún perfil en redes sociales.

Se constata que chicas y chicos, independientemente de la edad, hacen un uso distinto de las redes sociales. Ellas las utilizan como medio expresivo, personal y social, y ellos, con un carácter más instrumental o de ocio.

Una de las consecuencias de este uso diferenciado es que las chicas, especialmente las adolescentes, se exponen más a través de las redes sociales, a las que suben mayor cantidad de fotografías, y donde describen sus sentimientos y vivencias buscando establecer relaciones afectivas. Con ello, también viven más riesgo de agresiones en las redes sociales.

Tanto chicas como chicos están de acuerdo en que las chicas sufren más acoso sexual a través de las redes, y las chicas relatan con normalidad y habitualidad la existencia de contactos no deseados. Mientras las adolescentes no se sienten violentadas ante los intentos de contacto y acoso sexual, las jóvenes desarrollan mayor conciencia de riesgo y se preocupan por las más pequeñas a las que perciben más vulnerables de lo que fueron ellas.

El hecho de que tanto los chicos como las chicas adolescentes normalicen el trato sexista en las redes sociales y piensen que no les afecta y no tiene ninguna incidencia en sus vidas, es preocupante y requiere un trabajo de prevención y toma de conciencia.

CONTEXTUALIZACIÓN

Después de una larga investigación y recogida de datos sobre la contextualización en Cádiz, hay que decir que no se encuentran datos estadísticos de la provincia ni de Andalucía sobre ciberbullying.

Según la OMS, España es uno de los países con más ciberbullying.

Se refieren a España como uno de los países líderes en ciberacoso tras comparar los resultados de encuestas de hasta 42 países repartidos entre Europa y América del Norte.

En cuestión de bullying, España se sitúa en séptima posición de entre los países evaluados. Siendo de los países menos proclives al acoso escolar tradicional “de toda la vida” o, lo que es lo mismo, presencial, España destaca, no obstante, por tener una alta prevalencia de acoso vía internet y a través de medios digitales como Facebook, Twitter o de mensajería instantánea WhatsApp.

Estos datos provienen del análisis de entrevistas realizadas a 31.061 jóvenes de diferentes comunidades autónomas de nuestro país a niños de tres franjas de edad: menores de 11 años, de 13 años y menores de 16. Tras su análisis se observó que los niños españoles, en concreto los de 13 años, llegan a recibir de entre dos o tres “mensajes” de acoso al mes, destacando así, el acoso entre preadolescentes,

Hemos de destacar que en este trabajo nos centraremos en la prevención del ciberbullying en la provincia de Cádiz y para ello pasaremos una encuesta a una muestra de 50 personas con edades comprendidas entre los 16 y 65 años para descubrir los conocimientos que tiene dicha población sobre este problema emergente.

Llama especialmente la atención que personas de entre 50 y 65 años no saben en qué consiste el ciberbullying.

Las personas de entre 16 a 49 años saben qué es el ciberbullying, pero la mayoría dicen no conocer ningún caso. Se llega a la conclusión de que al preguntarle si conocen a alguien, se sienten cohibidos, o bien lo relacionan sólo con amenazas cibernéticas y no toman en cuenta los insultos que ocurren por internet y por consiguiente los efectos que esto provoca.

Para terminar, de entre las respuestas de los encuestados hay algo en común, y es que todos están de acuerdo en que no existen unas medidas actuales que tengan como fin disminuir este tipo de acoso y mucho menos prevenirlo.